Carta el Ego...

CARTA AL EGO, escrita en 9/10/17

Escribirte, Ego, implica definir quién es el destinatario de esta carta. Ego es una palabra bastante compleja y polisémica históricamente, y con abordajes desde diversas y distintas perspectivas; eres alabado y vilipendiado. Por eso no tengo claro si le escribo a mi Ego o al Ego de todas las personas.  Y fíjate que escribo con E mayúscula. Tengo claro que uno habla poco de sí mismo y mucho de los demás...

He revisado que se te han dado muchos nombres: yo, psiquis, ego, sí mismo... También que al hablar de ti uno se puede remitir a términos tales como: ególatra, egoísta, egocéntrico, que en verdad resultan peyorativos. Ególatra se refiere a la persona que se adora a sí misma; egocéntrico, a la que se cree el centro de todo. Creo que el ególatra se parece mucho al narcisista, al que está enamorado de sí mismo, y que estas personalidades son las que estimulan y practican lo que hoy llamamos "el culto al cuerpo", expresado en el auge de las cirugías plásticas y de los tatuajes.

Las disciplinas que más se han ocupado de ti, según mi criterio, son la psicología, la psiquiatría y ahora los libros de autosuperación o autoayuda, en la línea de Nueva Era. Incluyo La Kábala.

La psicología dice que eres una instancia de la psiquis, de la mente, y los budistas sostienen que la mente puede llegar a ser nuestro peor enemigo. Muchas religiones afirman que eres el enemigo del hombre, y ahora existen y publican muchos libros de autoayuda que sostienen lo mismo. En verdad, tienes mala fama.

Por mi parte, desde la experiencia de vivir mi vida, considero que eres como un personaje interior que nos habla y nos hace decir cosas que muchas veces no queríamos decir y hacer, como ofender, agredir, juzgar, criticar, hacer sentir culpable al otro, hacernos la víctima, hablar mal de otros, envidiar, prejuzgar, ser egoísta, odiar, ver enemigos y atacar y hasta pensar que no podemos alcanzar lo que queremos. A esto último lo he llamado "el autosaboteo".

Para ilustrarte esto de la mala fama, traigo a colación un relato del Génesis del Antiguo Testamento. Cuando Dios en El Paraíso le pregunta a Adán que porqué ha comido del fruto prohibido, éste le echa la culpa a Eva, y ésta le echa la culpa a la Serpiente. La interpretación usual de este hecho (inculpación), es que el ego de Adán y Eva los llevó a esta desobediencia, que fue la causa del llamado "pecado original", causante a su vez de todos los sufrimientos y dolores de la humanidad...

Personalmente, yo no comparto esta interpretación.

Tu amigo,

El Escribano.